El inversionista chileno está cada vez más ávido de soluciones internacionales para acceder a los mercados globales.
El acuerdo de doble tributación con EE.UU. ha bajado la barrera de entradas para que los capitales de nuestro país puedan invertir en distintos fondos domiciliados en el país norteamericano.
Uno de los principales encantos del tratado es que reduce el impuesto de retención (withholding tax) de 30% a 15% en los dividendos, lo que impacta en una mayor rentabilidad.
Una disminución tributaria que beneficiará a AFPs, family office, bancas privadas e inversionistas en general.