BLTA – SW Chile y su socio Rodrigo Benitez analizan las alternativas de aumentar el impuesto de Primera Categoría a las empresas o establecer un impuesto al patrimonio en la Reforma tributaria en el Diario Financiero DF.
La progresividad no viene dada por la forma de cobrar los impuestos, si no que por el uso de los recursos recaudados.
Al aumentar los impuestos corporativos, los empresarios exigirán mayor rentabilidad al capital. Ello incidirá en que algunos negocios no lograrán dicha rentabilidad y no serán viables. Ello puede generar decrecimiento y desempleo, lo que claramente son efectos regresivos.
Por otro lado, si se establece un impuesto patrimonial, volverá a aumentar la salida de capitales al exterior, lo que también disminuirá la inversión y el gasto privado en Chile. En este sentido, entendemos que la recaudación del impuesto al patrimonio está sobrevalorada. A mayor impuesto, menor recaudación por la salida de capitales, la dificultad en la administración y la costosa fiscalización.
Ambos efectos son negativos y regresivos, por tanto se debe elegir la forma de menor impacto.
En definitiva, se debieran ajustar las expectativas del gasto público, considerando que la recaudación potencial no es infinita sobretodo en tiempos de crisis. De lo contrario, nuevamente no se alcanzarán las metas con esta reforma y es fundamental mantener la confianza en los informes financieros del Ministerio de Hacienda.